Entrar en el orden natural de las cosas genera una sensación de alivio. Es sencillo, te sientes bien. Sin embargo, cuando nos alejamos de lo natural llega el conflicto, la falta de armonía, el sentirse mal. Exactamente esto es lo que experimentamos y vemos en el desarrollo de una constelación familiar.
Códigos que perpetúan el desorden
Configurar una constelación familiar es desplegar un campo de información específico de cada familia. Podríamos decir que este campo responde a algo así como un ADN de la conciencia familiar, un código particular que perpetúa el orden y también el desorden del sistema. De este modo todos portamos información del tipo de vínculos que han existido entre los miembros de nuestra familia, así como de los conflictos generacionales que sufrieron.
Pertenecemos a un sistema familiar y compartimos con él los códigos de su historia sin que seamos conscientes de ello. De esto tratan las constelaciones, de observar si el problema que tenemos, lo que no somos capaces de resolver en nuestra vida o se repite cíclicamente, incluso una enfermedad, se debe a la identificación que mantenemos con un desorden sistémico que debe ser visto.
La Constelación
Llega el momento de constelar y contamos con un grupo de personas dispuestas a conectar con la energía del sistema familiar de quien llega a trabajar su problema particular. El grupo representará a los miembros de su familia y experimentará el lugar que ocupan o que ocupaban, si se trata de antepasados fallecidos. La configuración de la constelación se despliega y observamos que unos miran en una dirección concreta, otros se agrupan, algunos se aíslan. Todos se mueven expresando con ello una información. Lo que surge es espontáneo, nadie conoce la historia familiar de quien consulta, nadie interpreta nada.
¿A qué responde esta dinámica de movimientos inarmónicos?
El sistema familiar es un organismo vivo que debe respetar 3 leyes fundamentales para que se mantengan el orden natural y la armonía:
- Ningún miembro del sistema puede ser excluido, olvidado o negado. Cada persona pertenece y es parte del sistema.
- El orden de llegada al sistema genera una jerarquía sagrada. Los menores deben honrar a sus mayores. Nadie puede ocupar el lugar de otro ni hacerse cargo de sus responsabilidades.
- El dar y recibir debe ser equilibrado. Solo los hijos reciben más de sus padres de lo que ellos pueden devolverles, sencillamente porque de ellos reciben la vida. Gracias a que tomamos la vida y el amor de nuestros padres, somos capaces de volcarlo después en nuestras parejas e hijos.
Son muchos y muy frecuentes los motivos en la historia personal y familiar que interrumpen estas leyes: miembros de la familia que nunca fueron reconocidos, pérdidas no superadas, secretos, deslealtades, abandonos, diferencias irreconciliables, enfermos con enfermedades que avergüenzan, sometimiento, violencia, madres y padres incapaces de decir sí a la vida y transmitirla a sus hijos con amor. Todas estas situaciones y otras más complejas, desarrolladas en el seno de nuestro estilo de vida y tipos de familias actuales, alteran el orden natural de las leyes del sistema familiar.
La solución
La técnica de Constelaciones Familiares, también llamada los Órdenes del Amor y Hellinger Sciencie es capaz de poner de manifiesto los conflictos que se mantienen en nuestro árbol familiar. Una observación atenta y respetuosa a su historia, a los hechos y sus consecuencias, consigue que el consultante comprenda como la constelación manifiesta el desorden. Las interpretaciones y los juicios no forman parte del trabajo.
Esta radiografía del sistema explica la naturaleza del problema.
Importará especialmente determinar dónde se sobrecarga el sistema, qué miembros lo sostienen y cómo el consultante se ha podido identificar con alguno de ellos. Es esta identificación lo que le obliga inconscientemente a tratar de evitar, compensar o repetir el sufrimiento de su familiar.
Configurar una dinámica de los Órdenes del Amor permite tomar conciencia de la realidad que vivimos y asumir la responsabilidad personal para soltar las cargas que no nos corresponden. La finalidad última de esta técnica es restablecer el orden natural del sistema familiar al que pertenecemos, que no es otro que la conciencia del amor.
Escuela de Salud Lola Noguera celebra regularmente talleres y jornadas de Constelaciones Familiares. Consulta sus redes.
Me resulta muy interesante la propuesta
Gracias por tu comentario, Maria Jesús.
Me alegra que te guste. Experimentar un trabajo con constelaciones es algo muy particular. Te animo a que lo pruebes.
Un abrazo.
Llevaba tiempo esperando.poder participar…..y ha llegado el momento ¡¡¡ Qué ganas de empezar!!!
Sí, Paloma! Estoy súper contenta de que puedas venir por fin.
Nos vemos muy pronto!!
Un abrazo.
Me parece una técnica interesante. Me atrae desde que la oí y conocí algo de ella. Espero participar en alguno de los talleres. Quizá en el próximo. Es tan importante que las cosas estén en su sitio…
Parece mentira lo «mágico» de esta herramienta. Desde que la descubrí participo en tus talleres con asiduidad y es una gran ayuda para comprenderme un poco mejor
Gracias por tu comentario, Marta y por la participación en los talleres. Es un placer compartir estos procesos. Todos crecemos!!
Es cierto que la constelación tiene algo de magia, sí. También nos permite tomar conciencia de los cambios que debemos hacer. Pone de manifiesto qué tipo de solución está a nuestro alcance.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Pilar.
Tienes muchísima razón. Es importante el orden natural de las cosas.
Esta técnica es sorprendente porque ordena desde la aceptación, desde el amor, el respeto a la vida.
Ojalá pronto puedas participar.
Un abrazo.